Buscar este blog

domingo, 10 de enero de 2016

Flora del Famatina: Loconte (Clematis montevidensis Spreng.) Fitorremediacion

Flora del Famatina: Loconte (Clematis montevidensis Spreng.)

Enredadera aclimatada y nativa en casi todo el país, crece en sitios particulares y los lugareños la usan como antiveneno contra mordeduras de animales y picaduras de insectos ponzoñosos, siendo la infusión de raíces, hojas y flores utilizadas contra sarna, lepra, pecas, reumatismo, asma, resfríos, neuralgias y en cataplasma expulsa los gusanos de las heridas en animales. Sus tallos fibrosos son objeto de elaboración artesanal y otras especies son consideradas como la "reina de las enredaderas" por sus impactantes floraciones.


El género Clematis, único leñoso en las Ranunculáceas, consta de casi tres centenares de especies distribuidas en ambos hemisferios. A pesar que varias de ellas son reputadas medicinales (v.g. C. vitalba L. y C. recta L. como diuréticas y antirreumáticas, en Europa; raíces de C. chinesis Retz. como diurética, en la medicina china; C. triloba Heyne ex Roth, de la India oriental, para enfermedades de la sangre, en medicina ayurvédica; la ya mencionada C. glycinoides en Australia; etc.), e incluso forman parte de preparados homeopáticos (especialmente C. recta), en muchos casos causan dermatitis de contacto, provocando ulceraciones y llagas. Otras especies (C. florida Thunb., C. montana Buch.-Ham. ex DC., C. x jackmanii T. Moore, etc.) tienen importancia en horticultura, cultivándose junto con varios híbridos por sus vistosas flores, mientras que los tallos tiernos de algunas entidades (C. flammula L., C. vitalba L.) resultan comestibles una vez cocidos y los entrenudos agostados de C. vitalba han sido empleados a guisa de cigarrillos. Sólo 5 especies del género habitan en la Argentina: C. bonariensis Juss. ex DC., C. campestris A. St.-Hil., C. dioica L. (con dos variedades: var. australis Eichler y var. brasiliana (DC.) Eichler), C. haenkeana C. Presl. y C. montevidensis. Esta última es la de mayor distribución en nuestro país, donde está representada únicamente por la variedad típica, ya que C. montevidensis var. denticulata (Vell.) Bacigalupo está restringida al este de Brasil. En el curso de estudios etnobotánicos llevados a cabo en el centro-oeste de la Argentina se detectó el uso terapéutico popular de esta especie de amplia distribución en la región; justamente su frecuencia y el empleo mayoritario de la droga en fresco serían las causas primarias de su ausencia en los comercios especializados en la venta de medicamentos herbarios y fitoterápicos. Familia distribuida en regiones cálidas y templadas de ambos hemisferios. Crecen en selvas marginales, bosques higrófilos y en los bordes del camino.
Prefieren suelos bien drenados, con abundante humus y a pleno sol o media sombra (Lahitte y
Hurrell, 2000).

"Loconte" (Clematis montevidensis Sprengel = Clematis hilarii Spreng.). "Barba de viejo", “Bejuco”, “Cabello de ángel”, “Barba de chivo”, “Centella”, “Zocate”, “Barba branca”, “Barba-de-velho”, “Cipó-barba-branca” (Brasil), “Tuyá rendivá” o “Enredadera amarga” (NEA, Paraguay). Familia: Ranunculácea a la que también pertenecen las marimoñas y anémonas; trepadora (liana) de más de 4 m de alto y perenne, tallos jóvenes estriados y pubescentes, frecuentemente coloreados con antocianas; tallos viejos glabros, amarillentos o rojizos; hojas compuestas imparipinadas, rara enteras; folíolos enteros o partidos, cuando jóvenes lineales, luego lanceolados u ovado-lanceolados cuando partidos. Flores solitarias o en cimas de 3-4 flores laterales o terminales, hermafroditas o unisexuales. Su fruto es un aquenio alargado, piloso, algo giboso, adelgazado hacia ambos extremos y unido al estilo persistente que sirve para su dispersión por el viento y alude a su nombre vulgar. Liana cuyas hojas machacadas en pasta e introducidas en las heridas, curan las miasis en animales y mordeduras de víboras y arañas. En cataplasma es cáustico y rubefaciente. El té se usa para curar la lepra, sarna y otras enfermedades. Por inhalación directa es descongestivo de las vías respiratorias. Antiasmático. Posee clematina, saponina, tanino, alcaloide y sus hojas tienen propiedades tóxicas, actuando como cáusticas y vesicantes (originan eritemas y hasta ulceraciones sobre la piel). El sabor de las hojas es acre y quemante. La clematina es altamente tóxica, intoxicando a los animales que la consumen, principalmente luego de las heladas. Los países del Hemisferio Norte, de inviernos más fríos que el nuestro, la consideran como la “reina de las enredaderas”.
Su hábitat natural es en los bordes de los bosques, donde crece con sus raíces en el suelo fresco, sombreado y húmedo y “estira el cuello” para que sus flores reciban el sol, para lo cual se aferra a los árboles y arbustos para trepar ... el lema para cultivarla es “pies fríos y cabeza caliente”.
Sus órganos de agarre son las mismas hojas, que alargan su pecíolo para enroscarse. Esta característica la hace una trepadora mansa (no agresiva) para fachadas, barandas y otras partes de una vivienda.
Al florecer y durante las horas de calor emana un perfume intenso que recuerda al aroma del chocolate, almendras o vainilla. Florece durante la primavera y fructifica desde principios de diciembre y hasta fin de verano.
Especie originaria de Brasil, Perú, Paraguay, Bolivia, Uruguay y Argentina. En nuestro país se encuentra en casi todo el territorio salvo la región andina y patagónica, en suelos algo húmedos, pudiendo ascender hasta 3000 m. Se comporta como maleza en cultivos subtropicales.
Se utilizan las hojas y los frutos como medicinales.
Esta especie no se halla inscripta en la Farmacopea Nacional Argentina. Las infusiones de la raíz y de las hojas de Clematis demostraron una actividad diurética moderada. Este efecto podía ser debido, por lo menos en parte, a la presencia de ácido oleanólico (Álvarez et al, 2003)
Domínguez (1928), menciona que Braconnot fue el primero que investigó el principio activo de los Clematis (in Ann. Chim. Phys., VI, 1827, 134; Pogg. Ann., II, 415; III, 288), y que por destilación de tallos jóvenes de C. flammula L. obtuvo un agua destilada en la que observó la formación de un depósito de materia coposa y de pequeñas pajuelas cristalinas que más tarde Gmelin (Handbuch d. Theoretisch. Chem, II 1829, 426), designó con el nombre de “alcanfor de Clematis ”.
Menciona que posteriormente Gaube aisló de C. vitalba L., un aceite volátil al que atribuyó la acción cáustica y vesicante de la planta, tanino, mucílago y un principio alcalino cuyo sulfato cristalizaba en agujas hexagonales: la clematina, que cristaliza en agujas transparentes, cortas, o en láminas hexagonales delgadas; solubles en agua y en alcohol acuoso e insolubles en el alcohol absoluto, éter y cloroformo; cuya solución precipita en blanco con el sulfocianuro de potasio, en gris con el yodomercurato de potasio y en pardo verdoso con el yodo.
Los estudios fitoquímicos demuestran la presencia de ranunculina, butenólido conocido en la bibliografía por ser causante de irritación en la piel y precursor sintético de protoanemonina, principio tóxico aislado de numerosas plantas, como Clematis glycinoides, C. aristata, C. fawcettii, C. gentianoides, C. microphylla, C. microphylla var leptophylla, C. pubescens, que produce principalmente estomatitis, gastroenteritis y dermatitis (Álvarez, 2002)
Esta especie es generalmente aprovechada a partir de la recolección de ejemplares que crecen silvestres y se propaga fácilmente por semillas.
Parodi, D.: (1881:17), p/Clematis hilarii Spreng., menciona que todas las partes verdes de la planta tienen propiedades irritantes, sabor quemante y acre y son empleadas como rubefacientes y vesicantes.
Escribe que el agua que se destila deja depositar con el tiempo una sustancia en escamas blancas, semejante al alcanfor. El principio activo es acre y volátil.
Recomienda la aplicación tópica de las hojas frescas y contusas para prevenir el desarrollo de la hidrofobia a consecuencia de la mordedura de canes rabiosos.
Lemos (1878) decía que una cataplasma de bejuco puesta sobre la mordida de un perro rabioso produce en 10 horas una vesicación completa y la cura permanente, mucho mejor que en los casos de cauterizar con ácido nítrico y pólvora. Y agrega que toda persona mordida por perros rabiosos, víboras, escorpiones, arañas, etc. encuentra en el bejuco el remedio en el momento oportuno pues es de hojas persistentes y se encuentra creciendo en todas partes.
Hieronymus: (1882:13), p/Clematis hilarii, menciona que las hojas son usadas en cataplasmas, como cáustico y rubefasciente y también para expeler los gusanos de las lastimaduras de los animales. La infusión es usada para curar la lepra, la sarna y otras enfermedads cutáneas.
Domínguez, J.: (1928:353/355), p/C. hilarii, menciona que tiene propiedades tóxicas, obrando como cáustico y vesicante. Las hojas frescas contundidas y aplicadas sobre la piel determinan un violento eritema seguido de vesicación y, si el contacto se prolonga, se forman ulceraciones más o menos profundas. Estas propiedades han hecho que algunas veces se haya recurrido a esta planta para, provocándose ulceraciones de los miembros, eludir el servicio militar obligatorio. Idéntico uso hacen de él los mendigos en Europa con C. vitalba (yerba de los mendigos), que era y es utilizada por éstos para producirse ulceraciones superficiales de los miembros con el fin de excitar la conmiceración. La acción irritante de esta planta es tan manifiesta que los químicos que se ocupan de obtener su principio activo se ven, en casos de negligencia, atacados de erupción vesiculosa de la piel.
Citando a Hieronymus (1882) dice que la infusión de las hojas se emplea en lociones contra la sarna, pecas y otras afecciones de la piel y, a Parodi (1881), que las hojas frescas se usan como alexitero.
Ruiz Leal: (1972), menciona que en la provincia de Mendoza se usa una pasta de hojas machacadas para curar la miasis de los animales.
Tousarkissian, M.: (1980:47), p/C. montevidensis = C. hilarii, citando a Parodi (1881) y a Hieronymus (1882), dice que es irritante y, que otras especies del género (C. dioica, C. bonariensis, C. sericea) poseen idénticas cualidades.
Martínez Crovetto, R., (1981:47), p/C. montevidensis Spreng. menciona que los apéndices de los frutos sirven como hemostáticos y que con tal fin se los cosecha y, una vez secos, se aplican sobre las heridas profundas para cortar las hemorragias. Con la planta seca cita que se prepara un sahumerio que se suele emplear cuando se desea que las personas indeseables se marchen de la casa y, que con tal fin, es comerciado por las yuyeras del mercado en Corrientes.
Ragonese, (1984:113/116), manifiesta que en la región del Chaco existen denuncias de envenenamientos de ganado ocurridos después de las primeras heladas, probablemente debidos a la escaséz de otros forrajes.
Irritante (hojas)-Parodi, 1881:17; Hieronymus, 1882:13-
Antilísico, vesicante (Lemos, 1878)
Enfermedades cutáneas, vermífugo, cáustico, rubefaciente, drástico (Hieronymus, 1882)
Antiarácnido, antirreumático, antiofídico, rubefaciente (Pío Correa, 1929-1978).
Anodino, béquico, antiresfrío (Arenas, 1983).
Vesicante y ulcerante (Marzocca, 1997).
Antirreumático, vermífugo, antiofídico, rubefaciente (Di Lullo y Venator, cit. Marzocca 1997).
La infusión de las hojas ha sido citada para combatir enfermedades de la piel como lepra, sarna, como antirreumática y antivenérea en Paraguay.
Los apéndices plumosos de los frutos son citados como hemostáticos; se los aplica en manojos sobre heridas profundas, logrando así detener hemorragias por acción mecánica.
En Paraguay y el norte de la Argentina la especie se emplea también en el tratamiento de afecciones de vías respiratorias (en coincidencia al menos parcial con el uso que aborígenes australianos dan a Clematis glycinoides DC.), a modo de rapé para resfriados y dolores de cabeza. Recientemente se ha recogido testimonios populares acerca de las propiedades diuréticas de las flores, las que machacadas representarían también un eficaz remedio para el dolor de muelas. Por último, se ha comprobado que infusiones de parte aérea y de raíz ejercen una fuerte acción irritante y una moderada acción diurética.
Otros usos etnobotánicos comprenden el empleo de los resistentes tallos leñosos, que son trenzados para elaborar artesanías (cestos, canastas), mientras que algunos pobladores del Chaco central usan entretejidos de lianas como camuflaje para cazar al acecho, manufacturándolos entre otros con los tallos de Clematis montevidensis.
Con las flores se confeccionan colchones antirreumáticos y los estilos plumosos se utilizan secos para detener las hemorragias y cicatrizar las heridas (Lahitte, Hurrell y Belgrano, 1998; Lahitte y Hurrell, 2000).

Estudio fitoquímico: de la parte aérea fue aislado el ácido p-hidroxicinámico, y una mezcla de fitosteroles tales como estigmasterol , campesterol y sitosterol, siendo el estigmasterol el componente mayoritario. Un sólido blanco, fué identificado como ácido oleanólico.
Del extracto acetónico de raíz se aisló e identificó ácido oleanólico y la mezcla de esteroles estigmasterol, campesterol y sitosterol y dos glucósidos: ranunculina y -etilcolestan-dien-3α-ol-glucósido.
Observaciones: a pesar de la toxicidad del “loconte”, tuve la grata sorpresa de observar hermosas aves cantoras alimentándose de los brotes tiernos con suma avidéz y sin problema alguno.

Referencias:
http://www.scribd.com/share/upload/14989896/1rf9y5wehrm3mmyb4xs2
Parodi, D.: (1881), Ensayo de Botánica Médica Argentina comparada - Bs. As., Imprenta de P. Coni, 17 - 103 pp.
Femenía, J. H. 2003. Flora Ilustrada Parque Nacional Talampaya. 73-220 pág.
Hieronymus, G.: (1882), Plantae Diaphoricae Florae Argentinae - Bs. A.s, Ed. Kraft, 13 - 404 pp.
Domínguez, J. A.: (1928), Contribuciones a la Materia Médica Argentina, Bs. As., Ed. Peuser, 353/5 - 433 pp.
Seckt, H.: (1929), Flora cordobensis, Córdoba, Imprenta de la Universidad Nacional Córdoba (R.A.), 611 pp.
Roig, F. A. 2001:153-154. Flora medicinal mendocina. EDIUNC.
Ruiz Leal, A.: (1972), Flora Popular Mendocina, Mendoza, Deserta 3:38.
Martínez Crovetto, R.: (1981), Plantas utilizadas en la medicina popular en el NO de Corrientes. Tucumán, Min. de Cultura y Educ., Fundación Miguel Lillo, 47 - 139 pp.
Toursarkissian, M.: (1980), Plantas medicinales de la Argentina - Bs. As., Ed. H. Sur, 108 - 178 pp.
Ragonese, A.E. y Milano V.A.: (1984) Vegetales y Substancias Tóxicas de la Flora Argentina - Enciclopedia Arg. de Agric. y Jard., Ed. Acme, 2da. ed., T. II, Fasc. 8-2, 113:116 - 413 pp.
Boelcke, O.: (1989) Plantas vasculares de la Argentina - Bs.As., Ed. H. Sur, 2da. reimpresión, 139 - 369 pp.
http://www.latamjpharm.org/trabajos/24/2/LAJOP_24_2_1_4_TUO38Q6887.pdf
http://www3.interscience.wiley.com/journal/105056761/abstract?CRETRY=1&SRETRY=0
Petenatti Marta E. 2005. Medicamentos Herbarios en el Centro-Oeste Argentino, V. Clematis montevidensis var. montevidensis, Caracterización de la Droga. Área de Farmacognosia y Herbario UNSL, Dpto. de Farmacia, FQByF, Univ. Nac. San Luis, Ej. de Los Andes 950 - D5700HHW San Luis, Argentina. 2 INTEQUI-CONICET, Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia, Univ. Nac. San Luis, Chacabuco y Pedernera, 5700 San Luis. Acta Farm. Bonaerense 24 (2): 190-6.
http://74.125.47.132/search?q=cache:30d-9lyTf_MJ:www.biologia.edu.ar/diversidadv/fascIII/14.%2520Ranunculaceae.pdf+clematis+montevidensis&cd=11&hl=es&ct=clnk&gl=ar
http://sisbib.unmsm.edu.pe/Bvrevistas/dermatologia/v12_n1/actividad_clematis.htm
Alvarez M. E. et al 2002. Actividad irritante de Clematis montevidensis Sprengel
(Ranunculaceae). Dermatología Peruana - Vol. 12 Nº 1, Enero - Junio 2002
Zuloaga, F. O. & O. Morrone, eds. 1996. Catálogo de las plantas vasculares de la República Argentina. I. Pteridophyta, Gymnospermae y Angiospermae (Monocotyledonae), II. Dicotyledonae. Monogr. Syst. Bot. Missouri Bot. Gard. 60, 74. 1999
http://www.rionegro.com.ar/diario/eh/2006/09/24/3362.php
http://es.wikipedia.org/wiki/Clematis_hilarii
http://www.herbotecnia.com.ar/aut-loconte.html http://www.plantasvasculares.uns.edu.ar/herbario/galeria/pehuen/c.html
http://www.plantasvasculares.uns.edu.ar/herbario/galeria//images/clematis_montevidensis_p4_2.jpg
http://images.google.com.ar/imgres?imgurl=http://calphotos.berkeley.edu/imgs/128x192/0000_0000/0307/0317.jpeg&imgrefurl=http://calphotos.berkeley.edu/cgi/img_query%3Fstat%3DBROWSE%26query_src%3Dphotos_flora_sci%26where-genre%3DPlant%26where-taxon%3DClematis%2Bmontevidensis%2Bvar.%2Bmontevidensis%26title_tag%3DClematis%2Bmontevidensis%2Bvar.%2Bmontevidensis&usg=__qnoNNcAx7bJXQngxZ_qQp33W6CQ=&h=128&w=178&sz=75&hl=es&start=4&um=1&tbnid=Nkgu1qLuAcC6sM:&tbnh=73&tbnw=101&prev=/images%3Fq%3Dclematis%2Bmontevidensis%26hl%3Des%26rlz%3D1R2GPEA_es%26sa%3DX%26um%3D1
http://images.google.com.ar/images?hl=es&rlz=1T4GPEA_esAR300AR300&um=1&q=imagenes+y+fotos+de+clematis&sa=N&start=0&ndsp=21

fuente: https://www.google.com.ar/search?q=Loconte&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjEnJj4rqDKAhWIkZAKHbTRBqcQ_AUIBygB&biw=1024&bih=467#tbm=isch&q=loconte+planta&imgrc=crKnbTDCIgTGGM%3A

No hay comentarios:

Publicar un comentario