Restauración ambiental, técnicas de descontaminación: La Fitorremediación
La fitorremediación es la descontaminación de los suelos, la depuración de las aguas residuales o la limpieza del aire interior, usando plantas vasculares, algas (ficorremediación) u hongos (micorremediación), y por extensión ecosistemas que contienen estas plantas. Así pues, se trata de eliminar o controlar las diversas contaminaciones. La degradación de compuestos dañinos se acelera mediante la actividad de algunos microorganismos.
¿Qué es la fitorremediación?
La fitorremediación
no es un concepto nuevo, pues desde hace 3000 años los hombres han
utilizado la capacidad natural de purificación de las plantas para el
tratamiento del agua. Desde la década de 1970 esta práctica ha
encontrado un renovado interés, en particular para el tratamiento de los
plaguicidas y de los metales.
La fitorremediación es un conjunto de
tecnologías que utilizan las plantas para reducir, degradar o
inmovilizar compuestos orgánicos contaminantes (naturales o sintéticos),
de la tierra, del agua o del aire y que provienen de las actividades
humanas. Esta técnica también puede tratar la contaminación por
compuestos inorgánicos (metales pesados o radioisótopos). En el caso que
nos ocupa, la restauración ambiental de minas, se utiliza concretamente
para:
Suelos: Esta técnica se utiliza
para descontaminar biológicamente las tierras contaminada por metales y
metaloides, plaguicidas, disolventes, explosivos, petróleo y sus
derivados, radioisótopos y contaminantes diversos.
Aguas residuales: La
fitorremediación también se utiliza para la descontaminación de las
aguas cargadas de materia orgánica o contaminantes diversos (metales,
hidrocarburos y plaguicidas).
Fundamentos
Las plantas van a absorber el
contaminante para metabolizarlo o almacenarlo, reduciendo o evitando la
liberación de contaminantes en otras zonas del medio
(fitoestabilización).
Con mucha frecuencia, los compuestos
orgánicos (xenobióticos o no) puede ser degradados y metabolizados para
el crecimiento de la planta. La contaminación se elimina así.
En el caso de los compuestos inorgánicos
contaminantes (metales, metaloides y radionucleidos), únicamente es
posible su fitoestabilización o fitoextracción, porque estos tipos de
agentes contaminantes no son biodegradables.
La fitorremediación se puede clasificar de acuerdo a su tipo de extracción en in y ex planta.
En el caso de la contaminación por
metales pesados y por compuestos orgánicos de alta y media solubilidad,
como herbicidas, plaguicidas, solventes y explosivos, la extracción,
acumulación o volatilización por la planta, en general, aporta un
porcentaje relevante de la remoción debido a la mayor movilidad de estos
compuestos hacia y en la planta.
Lo anterior no se aplica en la remoción
de la mayor parte de los componentes de los HTP y otros contaminantes
orgánicos de baja solubilidad, pues el papel directo de la planta en la
extracción y remoción no es tan relevante.
Esto se debe a que el contenido de
materia orgánica, la solubilidad del compuesto y el propio suelo son
barreras que tiene que superar un contaminante hidrofóbico para llegar a
establecer contacto con la planta.
Aunque si se analiza el fenómeno en
otras condiciones físicas (en especial sin suelo), la planta puede tener
respuestas complejas ante la presencia de un contaminante hidrófobo o
hidrófilo y puede responder, de diversas maneras, a los efectos tóxicos
que este puede ejercer sobre ella.
Algunos ejemplos de fitorremediación
los encontramos por ejemplo en Suecia donde se ha utilizado el cultivo
de Sauce para el tratamiento de suelos y aguas contaminadas
con lixiviados de vertidos y aguas residuales industriales, otro ejemplo
lo encontramos en Huelva, España donde se esta´estudiando aplicar esta
técnica para eliminar radioisótopos del ambiente, derivados de la
presencia de balsas de fosfoyesos en la zona.
Autor: Jesús Correa.
Fuente:http://geoinnova.org/blog-territorio/curso-restauracion-fitorremediacion/