Un hallazgo argentino sobre la fotosíntesis cambiaría los libros de biología
Por Valeria Román
Es un mecanismo de respuesta de las plantas a la luz. Serviría para mejorar cultivos.
11/04/14
“Uno piensa que los días de un árbol son todos iguales. Sobre
todo si es un árbol viejo. No. Un día de un viejo árbol es un día del
mundo”, escribió el escritor argentino Haroldo Conti en La Balada del
álamo Carolina. Los días de cualquier planta no son iguales.Las plantas fabrican su propio alimento. Pueden detectar que hay otra planta cerca. Y pueden medir la cantidad de luz que reciben. “Las plantas son mucho más vivas de lo que pensamos”, dice Ezequiel Petrillo, el científico de tan sólo 32 años, que acaba de ser el artífice de un descubrimiento que podría cambiar los libros de texto de biología.
Cuando Petrillo ingresó en la carrera de biología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires en el año 2000 quería entender cuáles eran los mecanismos que producían el cáncer. Con el tiempo, empezó a hacer experimentaciones, pero “sufría mucho cuando tenía que sacrificar ratoncitos”, cuenta a Clarín. Hasta que decidió cambiar de rumbo y se dedicó a espiar la intimidad de las plantas, bajo la dirección del biólogo molecular e investigador del Conicet Alberto Kornblihtt.
Las plantas realizan el proceso de fotosíntesis por el cual capturan la luz del Sol y producen su propio alimento (azúcares), usando el agua y el dióxido de carbono como materias primas. Así, también generan oxígeno, que otras especies –como los seres humanos– usan para respirar. El proceso de fotosíntesis se lleva a cabo en los cloroplastos, dentro de las células que están en las hojas de las plantas.
Hace seis años, Petrillo se preguntó cómo funcionaba el proceso de regulación genética –conocido como empalme o “splicing alternativo”– en la plantas (ya se conocía en los animales). Con un grupo de investigadores, realizó experimentos en la planta Arabidopsis thaliana (que cualquiera llamaría “yuyo”) y encontró que la luz modifica ese mecanismo de regulación genética. “Conseguimos descubrir que los cloroplastos no sólo hacen la fotosíntesis sino que también mandan señales al núcleo de las células de las plantas y pueden alterar el proceso de splicing alternativo”, explica a Clarín Micaela Godoy Herz, de 26 años, bióloga y becaria de doctorado del Conicet. Con la colaboración de Marcelo Yanovsky, de la Fundación Instituto Leloir y de investigadores de Austria y de Escocia, produjeron plantas transgénicas que tenían anulada la regulación por la luz del proceso de splicing e hicieron más estudios.
Comprobaron que si se las expone a mucha luz o a oscuridad por mucho tiempo, se ponen amarillas. Se estresan y crecen mal.
“Descubrimos que la regulación de la luz es importante para que la planta pueda crecer en condiciones normales”, aclara Godoy Herz. “También encontramos que a partir de la luz, hay una señal que viaja por la planta y alcanza los núcleos de las células de la raíz, donde no hay cloroplastos que puedan detectar la luz. Toda una novedad”, considera Petrillo.
El descubrimiento fue publicado en la prestigiosa revista Science ayer. Contó con el apoyo financiero de la Agencia Nacional de Promoción de Ciencia y Tecnología, la UBA e instituciones extranjeras. Pero los investigadores ya tienen una nueva pregunta: ¿de qué naturaleza es la señal que los cloroplastos le envían al núcleo de las células de las plantas? Buscarán ahora la respuesta en más experimentos. Mientras tanto saben que el descubrimiento abre un gran panorama.
“Aunque el trabajo publicado en Science no deriva en aplicaciones directas, tiene proyecciones para la producción”, sostuvo Jorge Casal, ingeniero agrónomo e investigador de la UBA y el Conicet, que no participó en el trabajo y fue consultado por Clarín. “Hay situaciones de estrés (por ejemplo la sequía) que afectan no sólo el rendimiento de los cultivos sino también la fotosíntesis y el estado de los cloroplastos. Para lograr que las plantas pierdan menos rendimiento ante situaciones de estrés, ayudará saber que los cambios en el estado de los cloroplastos afectan al proceso de “splicing alternativo”.
Fuente: http://www.clarin.com/sociedad/hallazgo-argentino-fotosintesis-cambiaria-biologia_0_1118288250.html
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