Fitorremediación: rosales contra metales pesados
Foto cortesía de Wikipedia: Clocktower Veles Macedonia
En Veles,
población del norte de Macedonia están planeando plantar miles de
rosales para acabar con la peligrosa contaminación de sus suelos. La
tierra en Veles, ciudad de cincuenta mil habitantes, tiene un nivel de
contaminación pormetales pesados siete veces superior a lo considerado seguro por los organismos internacionales.
Foto: Fruticulturasur
Los
residentes preparan también la denuncia de las autoridades gubernativas
a las que acusan de no haber actuado adecuadamente contra el problema
durante 30 años.
La
contamianción por plomo y cadmio la originó la antigua fundición,
adquirida por poco más de dos millones de euros en 2008 por Metrudhem
compañía de las Islas Vírgenes Británicas con base en Skopje.
“No
es una situación preocupante sino verdaderamente alarmante”, dice Nenad
Kocic, presidente de Vila Zora, grupo que lucha por un entorno más
saludable. “El contenido en metales pesados de nuestra tierra sobrepasa
los límites internacionales, y eso es devastador para la salud.”
Los
metales pesados, dice Kocic, pueden detectarse en el suelo hasta a 20cm
de profundidad, lo que demuestra su vertido sistemático durante las
pasadas tres décadas.
Los
metales pesados pasan a las personas a través de la cadena alimentaria.
El plomo se acumula en los huesos, la sangre y los riñones; el cadmio
tiene efectos cancerígenos sobre el tracto gastrointestinal. Los
investigadores han hallado que los niños, más propensos que las niñas a
jugar con la tierra, tienen niveles superiores.
Hace
diez años la Organización Mundial de la Salud declaró que Veles era un
lugar peligroso para vivir por las excesivas emisiones industriales de
dióxido de azufre procedentes de la fundición. Desde entonces los
gobiernos han hecho bien poco para mejorar la situación.
Han
pasado cinco años desde el cierre de la fábrica de zinc y plomo, y el
aire en Veles vuelve a estar limpio, pero el suelo no. Las enfermedades
relacionadas con la contaminación siguen afectando a los residentes,
especialmente a la gente joven, según un reciente estudio realizado
entre 2004 y 2006 por el Instituto Nacional de la Salud y Centro Clínico
de Skopje.
Las
autoridades locales de Veles, respaldadas por diversos grupos de base,
demandan al gobierno central para que limpie el suelo del área, en el
que constituye primer enfrentamiento legal de ciudadanos de la antigua
Yugoslavia contra sus altos ejecutivos, por lo que la falta de práctica
jurídica, hace que el procedimiento avance muy lentamente.
Pero
los ciudadanos no permanecen ociosos. Siguiendo las recomendaciones del
doctor Mijail Kochubovski del Instituto de Salud Pública, están
plantando hierba en los patios como solución para eliminar el polvo del
suelo contaminado con metales pesados, y atendiendo los consejos de la
Universidad de Skopje, el alcalde de Veles, Goran Petrov, ha anunciado
una campaña para plantar cinco mil rosas en la ciudad, proyecto
financiado por la embajada de Suiza en Macedonia, ya que parece que las
raíces de las plantas absorberán los metales pesados y ayudarán a la
descontaminación, en un proceso conocido como fitorremediación, que ya se utilizó en el Desastre de Aznalcóllar, por ejemplo.
Macedonia
podría aprovechar las ayudas de la Unión Europea para sufragar los
gastos mayores de descontaminación, pero primero hay que establecer
quién es el responsable de la contaminación.
Al
parecer, si la responsabilidad es del Estado, podrían acogerse a los
fondos de adhesión, pero si es de la planta, la UE no intervendrá, ya
que la responsabilidad sería de los nuevos dueños.
El
colmo, piensan los habitantes de Veles, es que el gobierno de Skopje
permita a la planta reanudar su actividad sin disponer medidas
medioambientales adecuadas.
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