Sistema de muro verde
27/04/2012
Por paula baldo - Pbaldo@clarin.com
Estructura de mallas y cables de acero inoxidable para construir paredes de vegetación. Se diseña y calcula especialmente para cada proyecto. Los costos.
Una enamorada del muro cubriendo totalmente una fachada puede ser muy perjudicial para el objeto de su amor, el muro. Al crecer adherida a la pared, sus ventosas pueden ingresar en grietas y juntas y desencadenar desprendimientos y humedad, e incluso ser refugio de insectos y roedores. Los sistemas de paredes verdes se han desarrollado para prevenir esas patologías en las fachadas y aprovechar los beneficios que la vegetación puede aportar respecto a la aislación térmica.
La estructura de mallas y cables de acero inoxidable de la pared verde puede crear un colchón de aire entre el muro o fachada vidriada y la vegetación. De ese modo, el sistema tiene un efecto regulador de la temperatura interior, promoviendo una ventilación óptima y conformando escudo contra la lluvia torrencial o la radiación ultravioleta.
“Una pared verde se diseña especialmente para cada proyecto y se puede adaptar a edificios existentes”, explica el arquitecto Reynaldo Bisio, de Construcciones-b, la firma que tiene la representación del sistema Jakob (de origen suizo) en Argentina.
La estructura de acero inoxidable 316 se dimensiona para soportar su peso propio, la presión y succión del viento y la carga de la lluvia o nieve, si correspondiera. Además, a la carga total vertical que es absorbida por el cable superior en suspensión se le se suma un factor de seguridad.
Dependiendo del tipo de estructura y vegetación, el peso por metro cuadrado del área de vegetación varía entre 1 y 50 kilos. Al calcular las dimensiones y el tensado de las cuerdas se debe diferenciar entre horizontales y verticales. Por otro lado, la flexión de las barras horizontales o inclinadas se puede disminuir con soportes intermedios.
Las mallas se sujetan a la fachada con brocas y se utilizan sujetadores de plástico en los cruces de cables y alambres. En los extremos se colocan terminales tanto en los cables como en las mallas. “No hay una limitación de superficie a cubrir, generalmente se arman maceteros en módulos de 10 pisos de altura”, aclara Bisio.
El diseño de la estructura está condicionado por el patrón de escalado de la planta. Por eso, en la correcta elección del soporte se juega la seguridad de un muro siempre verde y sano.
Como se dijo, las trepadoras que escalan con ventosas o con raíces quedan descartadas porque pueden dañar el muro. Según los especialistas, las especies más adecuadas son las trepadoras que se enredan alrededor de sus apoyos y solo requieren de un único soporte vertical (cable). También las trepadoras por zarcillo (un tallo espiralado) del que se sirven ciertas plantas para sujetarse a una superficie. En ese caso, una estructura reticular proporciona el mejor soporte. Por último, las plantas que escalan mediante espinas en forma de gancho, donde las estructuras horizontales son las adecuadas para su tipo.
El costo del sistema Jakob se puede estimar entre 100 y 120 dólares por metro cuadrado, incluyendo el cálculo y la instalación del entramado y los vegetales.
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